El revuelo de la reforma tributaria

Franco Brzovic

Como era de esperar el proyecto de cambios tributarios ha sido noticia en todo sentido. Recientemente y con ocasión de la condonación de intereses y multas a una conocida empresa del retail, el gobierno anunció el envío de una indicación sobre esta misma materia al proyecto de cambios tributarios, para beneficio de la PYME. Al parecer la condonación sería del 100% en la medida que se comprometan a pagar la deuda original.



Para entender esto temas es necesario aclarar que el Servicio de Impuestos Internos (SII), al igual que Tesorerías, tiene facultad para condonar hasta el 100% de los intereses y multas por retraso en el pago de impuestos, facultad que escasamente aplican en ese porcentaje. Vemos que en la realidad hay tablas de condonación, con sus respectivas opciones, pero que sin embargo, concurren variables en su aplicación que dependen de la decisión exclusiva del servicio. En otras hay un grado de discrecionalidad positiva de parte de la autoridad.

Este denominado “perdonazo” a la PYME tiene varias aristas que analizar. Para unos, se corre el riesgo de afectar no sólo a la imagen del SII, sino también a la conducta de los contribuyentes. En el primero de los casos plantean que una decisión presidencial, sometida al Congreso, pondría en entredicho la autoridad entregada por ley a esa entidad. Sin embargo este argumento no parece muy sólido, especialmente cuando en la historia hemos visto situaciones similares. Más bien lo que hace esta iniciativa es permitir que el porcentaje de rebaja no sea cuestionado, como lo fue el de la multitienda, guardando naturalmente las proporciones del caso.

Lo que sí preocupa es la condonación a todas las Pymes, sin distinción alguna. Aquellas con incumplimiento sistemático serán igualadas con las que cumplen parcialmente sus impuestos con grandes esfuerzos y peor aún con aquellas que están al día en sus compromisos tributarios. Por otra parte, para las cumplidoras es un desincentivo, afectando, entre otras, una sana competencia.

No escapará a la atención del lector, que en el proyecto de ley sobre cambios tributarios se pretende igualar para las sociedades de personas el impuesto multa del gasto rechazado que hoy aplica a las sociedades anónimas, lo que afectará con severidad a la PYME.

Volviendo a la reforma tributaria, se aprecia que existen ciertas propuestas que están en entredicho como es el caso de los impuestos verdes, la rebaja a las tasas marginales superiores del Impuesto Único que afecta a los trabajadores y a los contribuyentes del Global Complementario, el bono de educación, y la rebaja arancelaria. Ellas lideran las críticas de todos los sectores y probablemente serán la moneda de cambio en las negociaciones del gobierno con el Congreso.

Sin embargo lo que más preocupa, por lo menos a este columnista, es la igualdad del tratamiento tributario que tratará de imponer a las sociedades de personas con la sociedad anónima. El gasto rechazado, la venta de la propiedad de la sociedad, los retiros en exceso, son materias que deben profundizarse con mas interés, pues a quiénes más van afectar, son justamente a aquellas empresas que se quiere incentivar.